Estos últimos meses he sido un espectador en los distintos eventos de triatlón; recientemente tuve la gran oportunidad de presenciar en vivo y en directo la Copa Mundo de Cozumel, contando con la ventaja de tener datos de primera mano de la medallista de oro olímpica, Nicola Spirig y, por supuesto, de Brett Sutton.

Vivir esa experiencia pago el hecho de no competir, de no enfrentar el toro, sufrir y disfrutar de este maravilloso espectáculo, por primera vez pude dejar, por un momento, de lado mi carácter competitivo, que en ocasiones anteriores no me había dejado disfrutar de esta clase de eventos.
Pero escuchar a Brett, sus tácticas e historias y compartir las semanas previas con Nicola, fueron más que suficientes para disfrutar la carrera y sacar mis propias conclusiones de la razón de su triunfo en Londres y su regreso triunfal en Cozumel, tan sólo un año después de conseguir su medalla y tener a su hijo. Estas fueron:
1. Humildad no es símbolo de debilidad: Desde su arribo Nicola siempre estuvo pendiente del programa social de la Fundación Tres Hermanos y el Team TBB, y de compartir su tiempo con los niños. Asistió a los diferentes eventos, se tomó cientos de fotos y firmo infinidad de autógrafos, todos y cada uno con una gran sonrisa en su rostro y sin pedir nada a cambio. ¿Por qué? Porque cuando era niña una deportista de su país no le firmó una foto y ella prometió que el día que pudiera ser una figura reconocida nunca negaría un autógrafo, sin importar cuán cansada estuviera, porque sin el público no existe la inspiración para entrenar todos los días. De este primer punto podría sacar un blog completo pero para resumir, ella nunca exigió lujos o nada a cambio de su tiempo, no se quejó por el calor o la humedad ó por el tiempo en las presentaciones y no porque no lo mereciera, sino porque para ella, sus triunfos se los debe al público y una de sus tareas como profesional es inspirar.

2. No copiar procesos: En Latinoamérica estamos acostumbrados a deslumbrarnos y seguir planes extranjeros, sin aterrizarlos a la realidad y cultura de cada país. Contratamos desde mecánico, masajista hasta cocinero, cuando lo esencial es el compromiso del deportista. De nada vale quedarse en el mejor hotel y viajar con todos los viáticos pagos por la Federación nacional, cuando no existe un presupuesto serio que garantice no una carrera, sino una temporada y gastamos todo en un viaje para cancelar el siguiente. Pero volviendo al tema de los procesos: no se puede copiar sólo porque es exitoso, porque cada plan es individual y tiene un porqué. Puede que por pura casualidad alguna deportista se vea beneficiado al replicar un programa de alguien más, pero el resto navega a la deriva, perdiendo importante tiempo y recursos, y dejando de explotar seguramente un gran potencial.
3. Seres humanos antes que deportistas: El entrenamiento es una ciencia simple, siempre y cuando se tenga un entrenador que pueda leer y entender a sus deportistas y no sólo sepa leer el tiempo del reloj. Ese es el secreto del éxito de Brett. El nunca escoge a los deportistas talentosos, porque él nunca fue uno. Prefiere el reto y lo primero que hace es conocer a su atleta, y de allí construir su plan. Entiéndase plan como un todo, no sólo los kilómetros sino su plan de vida, entendiendo en qué circunstancias el atleta va a rendir mejor, incluyendo su relación sentimental, su entorno familiar, su sitio de entrenamiento, su vivienda, su biotipo y hasta su alimentación. Porque sin estos ingredientes el plan carece de bases y en el corto o largo plazo termina por desplomarse, siendo la parte mental los cimientos del rendimiento.

4. No hay atajos: El Team TBB y todos sus atletas tiene como pilar la lucha contra el dopaje y la trampa, creemos firmemente en el trabajo honesto, que se traduce en incontables horas de entrenamiento, que incluye al menos tres sesiones de entrenamiento diarias (cuatro si eres Nicola Spirig), sin importar si se compite en distancia olímpica o Ironman. Y viendo esta realidad resulta gracioso que muchos atletas copien los programas que se promocionan a través de las revistas y que ¨supuestamente¨ son los planes de entrenamiento de los hermanos Brownlee o Gómez, intentando encontrar la fórmula mágica, pero desafortunadamente no existe una y nadie va a revelar sus planes reales. Porque no existen atajos, solo paso a paso se construye el camino y con trabajo honesto, entrega y disciplina se llega a la meta.
Las palabras de Brett lo resumen, quien entrenó personalmente al director del programa olímpico de triatlón de Gran Bretaña, y quien verdaderamente sabe lo duro que entrenan y lo fuerte que son mentalmente los Brownlee. "Si mi padre trabajaba en las mina ocho horas al día, no puedo entrenar menos de eso, me sentiría un inútil" refiriéndose a los exitosos hermanos.

5. Leer las carreras: La Copa Mundo de Cozumel no era una carrera para Nicola, bajo las circunstancias que vivía, pero supo sacar provecho de su calidad de campeona olímpica, de conocer a sus competidoras, para hablar y actuar como tal, atacar en el momento justo y ganar. Además de Nicola, compitió Céline Scharer quien bajo las órdenes de Brett ayudo al triunfo de Spirig. Y en 8avo puesto dentro de los hombres quedó Ritchie, 2 semanas después del 70.3 de Cozumel, los dos miembros del Team TBB. Lo asombroso de estos dos resultados es que Sutton los predijo con exactitud, porque 40 años como entrenador le dan la experiencia para leer cualquier atleta o carrera.
El siguiente evento que tuve que presenciar desde la barrera, esta vez por TV, fue el Campeonato Mundial de Ironman (KONA) una vez más acompañado de Brett y aunque no fueron los mejores resultados para el equipo (4to puesto James y 5to Caroline), no se debió a la falta o falla del entrenamiento, sino a problemas emocionales que se presentaron en las últimas semanas y algunos atletas no supieron manejar, porque no todo está en las piernas, lo más importante esta del cuello para arriba.

Y si me preguntan cómo se ve Kona desde afuera puedo asegurarles que cada año es más difícil no estar allá, pero debo ser paciente e iré cuando realmente esté listo y 2014 aún no es el año…...así que de seguro será otro evento que viviré desde la barrera.
Un abrazo y nos vemos en el Ironman de Cozumel, esta vez con la capa y la espada para enfrentar al toro.
Andrés Castillo
P.D. Rechazo totalmente la tauromaquia, solo uso el símil para explicar la situación…Para que no me vayan a caer encima. ;-)
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