miércoles, 16 de abril de 2014

Mi Séptimo Ironman 70.3 Florida

El domingo competí el 70.3 de Florida por séptima ocasión, y por segunda en este nuevo recorrido. La mayoría de recuerdos son positivos, he mejorado mis tiempos año tras año, ha sido un punto de comparación y evaluación del entrenamiento, además de un sitio de encuentro con familiares, amigos y conocidos que me hacen sentir de local. En 2007 fue mi primera participación, y choque con la realidad. Pues decidí competir como profesional, creyendo que era como la ITU. El resultado: no quede ni entre los cincuenta primeros de la general. Así que el siguiente año corrí como categoría, quede segundo y clasifique al mundial donde fui tercero. Pero en el 2009 regrese mejor preparado para volver a intentarlo como pro, quedé veinte, y de ahí en adelante seguí mejorando: noveno en 2010, quinto en 2011 y cuarto en 2012. El año pasado no participé y este año fui doce.

Se puede decir que fue un paso hacia atrás, o para coger impulso, me inclino por la segunda opción. Aunque desmejoré cerca de nueve minutos, especialmente en la bicicleta, no era una carrera primordial sino un escalón en el nuevo proceso.

¿Cómo va ese proceso? Me siento mucho mejor corriendo, el pulso lo demuestra y la cadencia lo confirma; cerca de quince pulsaciones por debajo del promedio que mantenía en otros años, claro que es diferente correr en la punta que bajandose sin posibilidades de estar en el podium o top cinco.

Para resumir: nadé cómodo y confiado, al principio un danés se escapó y el grupo lo dejó ir, porque nadie quería poner paso, lo que ayudo a aumentar su distancia, hasta que faltando 600 m. Decidí intentarlo y alcance a descontar y dividir el grupo, pero lo pagué en la transición.

Salí segundo del agua, aunque oficialmente fui cuarto porque el tiempo se tomaba unos 50 m. adelante, y ya en ese momento mis piernas no respondían al paso de los demás. En la transición perdí el 50% de la carrera, pues me pasaron los favoritos como Greg Bennet y Víctor Zyemtsev, con quien he montado en años anteriores y quedé en tierra de nadie.

Montando me sentí bien de pulso pero de nuevo las piernas no tenían explosibilidad, lo atribuyó a que el entrenamiento ha estado más enfocado a la distancia Ironman. "Trabajé" si ha eso se le puede decir trabajo (ahora la regla del drafting son 12.5 m. Para los profesionales, lo que reduce totalmente alguna ayuda) con quienes me fueron pasando.

Cuando me bajé a correr tuve una lucha mental para no retirarme, estaba desmotivado de como se había presentado la carrera, de bajarme atrás y de montar con competidores que normalmente supero, además sabía que mi esposa, Jineth, que me estaba acompañando, debía estar triste con mi desempeño. Con el paso de los kilómetros fui borrando todos los pensamientos y enfocandome en correr, sólo en eso, correr. Y me pareció fácil, cada vez más rápido y ligero, comencé a recortar distancias y pase del puesto 16 al 12.

Quedé con un sabor agridulce, agrio por la transición y el ciclismo, y dulce porque estoy nadando bien, a pesar de entrenar sólo, y porque el trote cada vez se siente más natural, con un pulso y paso, que sé, puedo mantener para un Ironman, el cual es el objetivo de este primer semestre: Challenge USA en Atlantic City el 29 de junio.

El viaje también me dejó cosas buenas como el nuevo acuerdo con Mack Cycle, que vuelve a ser mi patrocinador de ciclismo. El descubrir los nuevos tenis ON Cloud, que desde ahora son mis favoritos, al combinar ligereza y protección, perfectos para un 70.3 o un Ironman. Y comprobar la flexibilidad y comodidad del nuevo traje Phantom de Aquasphere.

Tres días después de la carrera sigo pensando en como mejorar las deficiencias mediante el entrenamiento y ya tengo algunas soluciones como hacer "bricks" o transiciones de natación al ciclismo, de forma más continúa y con la ayuda del ciclosimulador, aprovechando las instalaciones de la piscina de Cozumel. Además de aumentar la intensidad en la sesiones de velocidad y la duración de estas. Sin perder el balance, clave del entrenamiento.



Porque no existen sesiones mágicas, sino una buena combinación y continuidad de ellas. De nada sirve hacer una de las súper sesiones del campeón mundial publicadas en la ultima revista de triatlón, si no conozco el objetivo de está, si no tengo el entrenamiento previo, ni las capacidades y si no la combino con la natación y el atletismo para lograr mi objetivo. Ese es el punto que estoy analizando con el mejor mezclador: Brett Sutton.

En menos de un mes tenemos el primer evento DOVE en Cozumel (www.projetdove.org) que me servirá para evaluar y mejorar mi velocidad mientras apoyó al programa social de mi equipo TriCozumel, la Fundación Tres Hermanos y la Gobernación de Quintana Roo. Ustedes también pueden hacerlo participando del 9 al 11 de mayo, junto a atletas de la talla de Reinaldo Colucci, Sthepen Baylis y la campeona olímpica: Nicola Spirig.

Muchas gracias por el apoyo y hasta la próxima...