domingo, 24 de marzo de 2013

IRONMAN LOS CABOS 2013: ¿COMPETIR O REGULARSE?



Un Ironman más en el bolsillo, un nuevo top 10 y mucho por aprender. Esta vez llegue con mucha confianza a la carrera por el trabajo que he venido haciendo desde Diciembre y por la compañía que tenia: Brett Sutton, mi entrenador, quien de nuevo iba estar gritando y corriendo al lado mío durante más de ocho horas, como ya lo había hecho en Alpe y Embrunman. Y cuando él está ahí, no hay dudas y mucho menos tiempo para acobardarse. Además me acompañaba mi esposa, y mis ¨papás adoptivos¨ Jorge y Sujey.

La natación fue con salida de la playa, como debe de ser, para que nadie se robe la salida, ni la gente se comience a adelantar, como ocurre cuando es dentro del agua; un gran punto se anotó la organización aquí. Trate de buscar a mi compañero de equipo, Brett Carter, ya que en mi opinión era el mejor nadador del día, pero él se escabullo y se ubico en la línea de salida hasta el último minuto. Así que lo tuve que cazar en el agua, a unos 500 m. de la salida, donde rápidamente me ubique de quinto y fui escalando posiciones hasta quedar tercero.

El paso me parecía un poco lento, pero tomé la decisión de seguir en el lote y no hacer nada estúpido, como tratar de escaparme en el agua. La ganancia iba a ser mínima, unos 30 seg. y el esfuerzo no lo justificaba. Faltando 1 km. pase a la punta y aumente el paso porque pensaba que éramos un grupo muy numeroso y quería romperlo. A pocos metros de la playa Luke Mackenzie me alcanzó y pasó primero por el arco de salida.

La transición, para los colombianos que han corrido Calima es similar, se corren unos 200 m. colina arriba, en arena muy suave, que se hace pesada; luego se suben unas escaleras cortas pero empinadas, se corre por la zona de transición, se toma la bici, se corre de nuevo cuesta arriba y ya en la bici se comienza a subir unos 500 m. hasta la autopista. Todo esto con el corazón en la boca.

Comencé a montar de primero y a los 2 km, en una de las tantas colinas, estaba Brett que nos dijo que éramos 5 (Mckenzie, Twelsiek, Carter, Zeebroek y yo) con un minuto y 30 segundos de ventaja. Hasta ese momento supe que habíamos abierto una buena ventaja, a pesar de ser una natación con traje que le beneficia a los no nadadores.
Comenzamos a intercambiar posiciones en la punta, hasta que al kilometro 40 Twelsiek se escapó y a los 10 km. los otros dos, dejándonos a Carter y a mí en solitario, pero con las indicaciones de Sutton, seguimos a nuestro paso y dimos caza a Zeebroek. A los 60 km. comienza una subida de 5 km. vía al aeropuerto, en una carretera privada en perfectas condiciones y luego siguen 10 km. de desniveles, donde comenzamos a descontarle a Mackenzie, pero el tren de favoritos nos dio caza, justo antes del retorno, allí venían 7, entre ellos: Schildknecht, uno de los mejores ciclistas de distancia larga y 7 veces ganador del Ironman de Suiza y Bracht, alemán, múltiple campeón de distintas competencias de Ironman y top 10 en Kona, junto a Fontana, Amey y otros.

Schildknecht, me cuesta mucho escribirlo así que voy a llamarlo ¨el suizo¨, puso un paso bastante fuerte, pero todos resistimos, así que espero hasta el kilometro 120 para escaparse. En ese momento el grupo de punta, se partió en pedazos. Yo lleve la peor parte, porque estaba de ultimo, dejando la distancia de 10 m. y Carter y Luke Mackenzie que estaban al frente mío, no pudieron aguantar, así que el hueco que se abrió fue muy grande y quede solo.
Luego Luke me alcanzó, pero a los 10 km. se rindió y de allí en adelante fue una contrarreloj individual. Faltando 30 km. no estaba lejos de ellos, a 2 minutos, pero en la subida y bajada de la vía al aeropuerto, perdí unos siete más y me alcanzó Simmons y terminando el ciclismo, un grupo de tres: Major, Gerlach y mi compañero de equipo: Trevor Desault, que contrario a mí, habían llevado un paso parejo durante todo el ciclismo.

Salí a correr de decimo, el primer kilometro lo tome con calma, me comí un banano, casi lo primero solido del día, perdón y hago un paréntesis aquí sobre la nutrición. En pasados Ironman había tenido problemas estomacales en el trote y había parado al baño en varias ocasiones, así que esta vez seguí los consejos de Sutton y el día anterior solo tome líquidos, al igual que las primeras 4 horas de carrera.

Los primeros kilómetros se me hicieron fáciles y tal como Brett me había dicho, no importaba lo duro que le diera en la bici, el entrenamiento que había hecho me permitiría correr sin problemas y mis piernas iban a estar ahí. A los 2 km. pase junto a Brett, también a los 3.5 y 4.5, porque se pasa por ese mismo punto varias veces, y me dijo que continuara con ese paso, que si lo hacía tenía el cheque asegurado. Pero desafortunadamente a los 26 km. me quedé corto y las piernas comenzaron a sentirse más y más pesadas, a tal punto que comencé una batalla mental para seguir corriendo. A los 30 km. Carter me alcanzó y los pensamientos negativos me invadieron hasta que de nuevo vi a Brett y me dijo que comiera algo sólido, finalmente encontré otro banano y con la ayuda de varios vasos de Coca Cola comencé a recuperarme, pero sólo fue suficiente para alcanzar a Zeebroek y que Russell me diera caza.

Al final un buen tiempo: 8:57:10, un decimo puesto y un reconocimiento de Brett por no rendirme, pues 6 de los que iban conmigo en el kilometro 120 del ciclismo se retiraron o terminaron detrás. Esta fue una carrera que beneficio a los no nadadores, por tener traje y el recorrido de ciclismo no permitía mayores fugas, ya que eran subidas cortas y empinadas y luego descensos largos que permitían a los que iban en grupo andar más rápido, al turnarse la punta.

Además beneficio a los que venían de atrás y mantuvieron un paso constante como Trevor y Major, que no tuvieron mayores cambios de velocidad por la ausencia de ataques, que fue la constante en el grupo de punta y que nos paso factura al final del ciclismo y en el trote. En conclusión esta vez fue mejor para los que se regularon que para los que atacamos, pero no siempre es así, y hay que reconocer el excelente trabajo de Trevor, que no la tuvo para nada fácil, de Brett Carter que lo dejo todo en Cabos, al igual que Anne.

Lo importante es que ahora se donde debo estar pendiente para una fuga en el ciclismo y que Brett sabe cuáles son mis debilidades y como mejorarlas…va a doler y va a ser largo, así como este proceso, pero valdrá la pena. También aprendí sobre mi nutrición y que debo y puedo aguantar más dolor en el trote, pero toca recordarlo allí, cuando las piernas no quieren mas, no ahora sentado frente a la computadora.

Les recomiendo este Ironman, es un verdadero desafío y cumple el rotulo de Ironman, ojalá nunca cambien el recorrido, como la WTC suele hacerlo cuando la gente se queja de la dureza, con el fin de venderlo más rápido. Para mi es mas satisfactorio terminar un Ironman en 9 o 10 horas pero con un recorrido dificilísimo, que en 8 horas en uno plano, sin viento, clima perfecto y hasta corto, porque el Ironman no es de marcas, es un desafío. Muchas gracias por todos los mensajes, el apoyo y el sentimiento, me ayudan a dar el 100% a diario y a mis patrocinadores por darme la oportunidad de luchar por mi sueño: Team TBB Tri Cozumel, On Running, Ignite, Cervelo, 3T, Rotor, Cobb, Giro y Dolphin Discovery. Y especialmente a la gente de Cozumel, que nos acoge como a sus hijos y nos brinda su apoyo incondicional, porque no solo lo dicen si no lo demuestran con actos, como el caso de Ivonne que nos peluquea gratis, Beto´s Bike, que nos da a mitad del costo el mantenimiento de las bicicletas, el Doctor Eduardo que nos atiende cuando lo necesitamos o EGO GYM que nos da la entrada al gimnasio sin costo y así muchos otros: incontables y de todo corazón, como dice el comercial: hay cosas que el dinero no puede comprar… para todo lo demás está la gente de Cozumel.