miércoles, 15 de agosto de 2012

Embrunman: El Iron mas duro del mundo.



Al iniciar este año me prometí y le prometí a Jineth, que no iba a correr sino un solo Ironman en el año, bueno resultó que fue ese tipo de promesas que uno hace cuando termina un Ironman y dice, para sí mismo, este fue el último, resulta que uno se vuelve adicto al dolor y a la línea de llegada.

Dentro de mi sabía que no lo iba a cumplir, aunque aun no sabía cómo iba a romper mi promesa, pero la vida da muchas vueltas y, finalmente, lo que se siembra se recoge y la cosecha fue este cambio de vida que me tiene hoy en Europa, corriendo las carreras con más historia y nivel del continente.

El aprendizaje aquí ha sido rápido y después del quinto puesto en Alpe d´Huez, Brett vió el potencial para hacer una buena carrera en Embrun, en lo que se conoce como
el ¨Embrunman¨, la verdad no tenía idea que desde 1984 se realizaba un Ironman en los Alpes franceses, con el recorrido más difícil del mundo, tampoco sabía que este había sido parte del circuito Ironman hasta los años 90´s, cuando por desacuerdos con la WTC, compañía propietaria de la marca, decidieron independizarse y seguir atrayendo a los mejores profesionales del continente y de otros lugares del mundo, con una jugosa bolsa de premios.

La natación se inicia a las 6:00, cuando el sol aun no ha salido, sin mucha oportunidad de calentar y una sola salida masiva para los 800 participantes. Esta vez me ubique bien desde el principio, aunque no sabía muy bien por donde iba, pues tan solo un bote nos guiaba con una luz, que lo único que permitía ver era un resplandor de agua salpicando.

Rápidamente cumplimos con la estrategia de Brett, atacar desde el inicio y poner al menos 2 minutos de diferencia con los franceses y españoles, que finalmente resultaron ser 3:30 con Marcel Zamora, doble campeón de esta prueba y 5 veces campeón del Ironman de Francia, es decir un especialista en este tipo de terreno y casi 6 minutos de ventaja sobre Víctor del Corral, ganador del Ironman de Lanzarote y Alpe d´Huez.

El primero en tocar tierra firme fue un francés de categorías, seguido por Dan
Halskworth actual campeón del Ironman UK, lo seguía yo y después Dave Dellow, ganador de Ironman Cairns y un atleta que va dar mucho de qué hablar en Kona este año, ambos del Team TBB. Hasta ese punto la estrategia iba funcionando, pero en la transición nos separamos y mi transición resultó ser la más lenta, lo que me dejo en solitario.

Apenas se sale de la transición se sube el primer puerto de 7 km., y la cuenta de los metros ganados empieza a acumularse en las piernas (dicen que son 5000 m., claro que a mí me dio 3800 m. en el Garmin, para poner un comparativo en el Ironman de Niza solo se ganan 1800 m.), en este primer puerto trate de alcanzar a Dave, pero quede corto y en los repechos que seguían me alcanzaron dos franceses y Zamora.

Sabía que tenía que estar atento en la bajada y arriesgar, aunque me sacaron unos 20 segundos, en el plano que seguía los alcance, y se notaba que era más fuerte, al igual que en los falsos planos, pero en las subidas era otra historia. Estuve con ellos hasta el kilometro 80, en el que comenzamos a subir el Col d'Izard, uno de los puertos míticos del tour de Francia que está a 2300 m. (la natación arranca sobre los 700m.) cuando nos alcanzó Víctor del Corral.

En el kilometro 81-84 se comienza a empinar aún más el recorrido y, en ese punto, me encontré a Brett, quien me dijo que esa no era mi carrera, es decir que si seguía a ese paso me iba a estallar, así que me mantuve a mi ritmo y Del Corral y Zamora se comenzaron a ver más pequeños en la distancia. En ese momento iba de 6to, porque el francés, Benoit, se había quedado.

Faltando dos kilómetros para coronar, es decir como en el 95, Benoit me alcanzó de nuevo y a unos 100 m. adelante veía a Dan, así que decidí quedarme con él, para hacer el descenso juntos y no perder tanto tiempo. Coronamos a menos de 4 minutos de los líderes, pero al momento de recoger la bolsa de alimentación me demoraron la mía y perdí contacto con ellos. De ahí en adelante estuve solo, perdí cerca de 10 min. en las bajadas, por la falta de habilidad y por ir con la bici de contrareloj, y otro tanto en las siguientes subidas y falsos planos, por la falta de compañía que me ayudara a mantener el paso y porque en algunos lugares estaba abierto al tráfico y me frenaban los autos.

Del kilometro 130 al 160 sufrí por agua, pues en los puestos de hidratación en ocasiones no daban las botellas llenas y estaban muy separados unos de otros. En esas me encontré a Brett quien me gritó que me hidratara y comiera, así tuviera que parar. En la siguiente estación, tome tres botellas y casi me las acabo de un sorbo, de ahí en adelante disminuí un poco la velocidad, porque no me quería deshidratar, y ya para el kilómetro 177, cuando uno cree que ya va llegar, aparece la última zona de hidratación, y recordé que me habían advertido que al final había una subida de 8 km. súper empinada, por lo que de nuevo me reabastecí, hasta que me sentí embuchado y termine el ciclismo a 11 minutos de Dan y el francés y cerca de 20 minutos detrás de los líderes.

La transición la hice con calma, comí, me cambie y comencé a correr a un paso suave, aunque no lo era, así que decidí correr aun más suave. Este ha sido mi error en los anteriores Ironman y, esta carrera se estaba tornando más en un asunto de supervivencia por el calor que estaba haciendo, cerca de 36 grados y ni una sola nube en el cielo, por lo que quise ser más cauto al respecto.

La primera vez que vi a Brett fue en el kilometro 5, me hizo meter en una fuente de agua helada y me dijo "hay un francés a 4 minutos que quiere robarle la plata, sabe cuál es la diferencia entre el 6to y el 7mo", lo único que atine a decir fue: -Si, 3000 y nada. Me respondió: -Si, 3000 Euros, no Dólares, Euros...buena motivación, no? Más si se traducen a pesos colombianos.

El recorrido de atletismo esta distribuido en dos vueltas, con terreno ondulado de subidas y bajadas pronunciadas, para nada plano, así los primeros 21 km. me sentí fuerte, pase en 1:35 y el ánimo se me disparo cuando alcance a Dan, después de haberlo perseguido todo el día, le di animo y seguí aunque él no me respondió, luego me contó que no se acordaba que yo lo hubiese pasado y que unos 3 km. después del punto en que lo pasé había parado y se había quedado dormido en el pasto.

En ese punto era 5to, tome los tiempo y el cuarto estaba a 7 minutos, lo mismo que el sexto. Ahora tenía que aguantar, cada kilometro que pasaba me alegraba más porque aun no me había dado la ¨pálida¨, creo que ayudo mucho la buena alimentación en la bici y comer más en el trote.

Brett me había advertido antes de la carrera que a veces es más rápido parar en las estaciones, hidratarse bien y comer, que seguir corriendo, tomar de a sobos y deshidratarse. Así que cada vez que el Fuelt Belt o los Powerbar se me acababan, llenaba de nuevo las botellas y cogía comida para el camino, pues en partes del recorrido no había agua en más de 3 km.

Al kilometro 30 o 31 comencé a sentirme pesado y el ritmo se me cayó y para completar el francés venia a solo 3 minutos. Seguí hidratándome bien y corriendo, por momentos se me pasaba la pesadez, pero cuando llegaba a una loma, perdía bastante tiempo. Como al kilometro 34 un señor en bicicleta, paraba, tomaba el tiempo y se devolvía. Así que supe que el francés venia. Empecé a hidratarme, a aflojar un poco el paso para recuperarme y estar fuerte cuando el llegara.

Cedric llego al 37, pero antes que me alcanzara, aumente el paso, por fortuna era falso plano bajando y me dio el impulso para mantenerlo al margen por 2 kilómetros hasta que llego de nuevo un repecho, el me pico y mis piernas no respondieron.
En ese momento no sabía quién venia atrás, entraba a la zona del lago donde había más gente animando y trataba de distraer mi mente con la vista: mujeres en bikini que estaban tomando el sol, la perfecta descripción de esta escena la dio Dave: "era el paraíso y el infierno en una misma calle, dos universos paralelos". Pero aunque el paisaje estaba muy atractivo, las piernas ya no tenían energía y comencé a sentir un cosquilleo en todo el cuerpo y a ver manchas, afortunadamente faltaba poco y termine el día más duro de mi vida.

Brett estaba al final, me felicito y me dijo que cuando se me pasara el cansancio me iba a dar cuenta de lo que había conseguido. Pero en ese momento lo único que sentía era como si alguien me hubiese quitado toda la energía del cuerpo y se hizo más evidente cuando me llevaron al control antidoping, sin dejarme pasar por comida. La siguiente hora fue horrible, nada de energía, no quería mas Gatorade y tomaba y tomaba agua para orinar lo más rápido posible para salir de ahí y poder comer.

Afortunadamente una buena pizza y un buen baño remediaron la situación y nuevamente tuve fuerzas para sonreír y agradecerle a Dios por esta increíble jornada.
Muchas gracias a todos por el apoyo y los mensajes y esta historia continua en tan sólo tres semanas en el Ironman de Wisconsin.

Un abrazo,