jueves, 29 de noviembre de 2012

IRONMAN COZUMEL: NO PUEDO PEDIR MÁS




El lunes estaba lleno de energía e ideas para escribir este blog, lo escribía en mi cabeza e inicialmente lo había redactado diferente, pero se fueron presentaron mil cosas y las vacaciones se habían acabado, ya no tuve más excusas para mantenerme sólo entrenando y descansando para la siguiente sesión, la fecha de mi matrimonio llego, y no puedo dar el paso más importante de mi vida a medias, así que las ocupaciones han sido muchas y hasta ahora tengo un ratico para contarles un poco de cómo fue el Ironman Cozumel 2012.

La semana previa a la carrera lo que más me preocupaba era el clima, no porque estuviera fuerte, sino porque eran las condiciones perfectas para batir records, pero, en este momento, no estoy interesado en records, sino en puestos y pedía al cielo por las peores condiciones: mar picado, viento en la bici y calor en el trote. Una combinación realmente difícil y peligrosa, pero para la había estado entrenando.

Y una vez finalizada la carrera me dijeron: ¨ tienes que tener cuidado con lo que pides…¨ el frente frio que había llegado a la isla el lunes antes de la carrera pasó y el domingo fue “perfecto”, no podía pedir más. La natación fue lenta, 6 minutos más que mi mejor tiempo aquí y 3 más que el año pasado, en el cual no salí en punta. Esta vez mi salida no fue buena y el fuerte oleaje me empujo al centro del grupo; el más grande hasta ahora, 60 pros con campeones mundiales incluidos. Y no pude salir de allí, hasta el primer kilometro donde alcance al primer grupo y comencé a ubicarme entre los tres primeros.

Desde la mitad de la natación, comencé a sentir tensionados los gemelos, no le puse atención, hasta que faltando 500 m. para salir, al tratar de quitarme alguien que estaba nadando encima de mí, se me encalambraron ambos. Seguí nadando esperando que pasara, pero el dolor era insoportable, pare rápidamente, estire y nade fuerte para alcanzar a salir de segundo del agua.

En tierra no sentí nada pero era una alerta, inmediatamente, tome un gel apenas me monte en la bici para prevenir mas calambres, primer error nutricional del día, pues había tomado mucha agua salada. En la bici me ubique de segundo hasta que Dirk Bockel nos paso y se alejo rápidamente. Brett Sutton, mi entrenador, me había dicho que no me enloqueciera en la bici y fuera inteligente, que no desperdiciara mis energías. Así, lo deje ir y continúe a mi paso. Las cosas no cambiaron mucho hasta que llegamos a la zona de viento, donde Luke McKenzie y Reichel Horst atacaron. Nadie les siguió el paso. Pero yo me sentía fuerte, así que fui con ellos, pero a los 5 km. me di cuenta que el paso era muy alto para mi, así que quede solo por un rato, hasta que me dieron caza de nuevo. En mis cuentas estaba que ellos dos me pasaran y tenía la confianza que en el trote lo pagarían, pues la estadística lo ha mostrado.

En la segunda de tres vueltas nos alcanzo James Cunnama, con otros excelentes atletas y de ahí en adelante no cambio mucho la carrera, llegamos a la zona de transición cerca de doce, separados por algo más de un minuto. Y fue en ese momento que pude darme cuenta que mucho iban “heridos” entre ellos Lovato, el ganador del año pasado.

Raña y Cunnama picaron en punta y salieron como si fuera un 10 k, yo trate de mantener la calma y seguir el plan: Esperar hasta el kilometro 30 del atletismo donde el Ironman comienza, pero para ello no podía estar muy lejos.

Me sorprendió lo rápido que iba corriendo, menos de 4 min./km., así que comencé a disminuir la velocidad, porque se debe ser realista. El pulso no subía y el paso no bajaba, por lo que me tranquilice y comencé a relajarme y correr mi propia prueba. En ese momento estaba de 7mo hasta el kilometro 23, donde comencé a sentir como se aumentaba el paso y era momento de pagar por los errores cometidos en la nutrición, muchos sólidos y pastillas de sales, que para ese momento me habían enviado al baño 3 veces. Hasta el kilometro 31 comencé a sentir que la energía volvía al cuerpo, aunque
era el momento preciso para apretar, esos 8 km. me habían costado caro y me habían sacado de contienda, y con dos paradas más al baño las cosas se complicaron.

Aunque trate de alcanzarlos, quede corto y termine en un honroso 10mo lugar, completando una excelente temporada sin salirme del top 10, ubicándome de 15 en el ranking mundial y venciendo a grandes como Ezequiel Morales, Sturla, McKenzie y Bockel.

Ha sido un año largo competitivamente, pero el más gratificante de mi carrera deportiva y personal. Deportiva, porque firme el contrato como atleta profesional con el equipo más importante del mundo: Team TBB y estaré en su equipo bandera: Cozumel Team TBB México, que junto a sus patrocinadores: Cervelo, On Running, Gobernación de Quintana Roo, Dolphin Discovery, Ignite Naturals y Cobb me dieron la oportunidad de probar que puedo seguir luchando por mis sueños junto a ellos.

Agradezco también a todo Cozumel por brindarme su calor humano y permitirme a mí y a todo el equipo sentirnos como en casa durante estas 10 semanas de campamento. Tan grande ha sido la bienvenida, que los cozumeleños nos han brindado toda su colaboración incluyendo desde corte de cabello hasta exámenes médicos sin costo, todo por su propia iniciativa y porque sienten al equipo como propio.

Todo esto no sería posible sin la ayuda de Dios que puso en mi camino a personas como la familia Valdés, mi futura esposa Jineth, mi entrenador Brett, Alex, Luis y Carmen, el padre Alberto….Son cientos de personas a quienes tengo que seguir agradeciendo por lo que me detengo aquí, por lo que por ahora solo le envío saludos y abrazos a todos los que me apoyen desde Colombia y el resto del mundo y me envían su energía en cada carrera, a 226 (mi equipo de siempre) y a mi familia quienes hicieron de esta carrera aún más especial, pues fue la primera vez que me acompañaron en un Ironman.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Ironman 70.3 Miami: El Más Rapido




Después de entrenar por 5 meses junto a Brett Sutton aún me sigue sorprendiendo, la última vez fue una semana antes del Ironman 70.3 de Miami.

Después de una fuerte sesión de entrenamiento, me pregunto: “¿usted no compite este fin de semana, cierto?, a lo que respondí “no”, -”uhmm, creo que necesitamos un entrenamiento fuerte, así que escoja entre Revolution 3 Y Miami…Pero no se alegre, las sesiones de fondo que tenemos planeadas para hoy y mañana siguen en pie”, “ok”, “trate de escoger donde coja plata”.

Bueno eso fue lo que hice, aunque sabía que Revolution 3, que es un medio en Sarasota, Florida, tiene un premio mayor y un menor nivel competitivo; decidí lanzarme a Miami, apoyando a Wilber, el organizador del evento, que ha luchado por mantenerlo en pie, a pesar de la presión de la WTC, además que quería la revancha del año pasado: uno de mis peores desempeños debido a que competí con una mano fisurada.
Finalmente arregle todo y viaje con James Cunnama y Jodie Swallow el viernes, aprovechando la cercanía de Cozumel con el lugar de la carrera y para estar el mayor tiempo posible en la isla junto a Brett.

Antes de la carrera le eché una ojeada a la lista de participantes y me di cuenta que iba ser una de las carreras con mayor nivel en las que había competido y, a eso, debía sumarle el cansancio de las últimas semanas de entrenamiento, no tenía chance de coger premiación (eso hubiese pensado hace 6 meses), por lo que decidí no prestarle atención, pues si algo he aprendido en este proceso de convertirme en profesional es que una cosa es el papel y otra la realidad.

El día de la carrera apenas ingresé al parque de bicicletas escuché que iba a ser permitido el traje de neopreno, unos pocos minutos de incertidumbre, pues el mío estaba bien guardado en el closet de la casa. No lo llevé porque nunca se había nadado con traje en esta prueba y porque según las mediciones previas era imposible que se utilizara, pero lo imposible pasó y dos veces: Ante el anuncio de la utilización del wetsuit Miguel de Aquasphere tenía uno extra y me lo dio, primer obstáculo/imposible resuelto y a competir…

La natación fue bastante rápida, pero me supe ubicar desde el principio y tuve la velocidad para remontar rápidamente y salir en el lote de punta. En la transición perdí unos segundos quitándome el traje, pues al ser un traje nuevo estaba un poco más largo que el mío y se me quedo atorado en una pierna, así que los primeros kilómetros sufrí para recortar la ventaja y mantenerles el paso.
Éramos cerca de 12 cuando salimos de la T1, pero a los 10 km. ya éramos 8. Brett me había recalcado la posición en la que debía mantenerme y así lo hice: al final del grupo, guardando fuerzas. Sin embargo en un momento se bajó tanto el paso que me sentí en la necesidad de ponerme en cabeza del grupo y estuve allí por algo más de 8 km., sin nadie que me relevara en el intento de mantener el paso alto y que quienes venían atrás no nos alcanzaran.

El viento estaba pegando de frente y sentí que estaba desperdiciando energías, pues tampoco los podía soltar, finalmente Casadei y otros dos me alcanzaron, quedando en cuarto lugar detrás de Terenzo, quien a cada momento abría un hueco bastante grande entre los dos de punta y él y luego pedía que lo rebasara para no perder el paso. Esto se repitió varias veces y tuve que cerrar el hueco de 50 m. a los 10 m. legales en varias ocasiones, lo que me costó en el regreso donde, finalmente, me soltaron junto a Bell y quedamos en tierra de nadie.

Pero había aprendido la lección, por más que te lo digan, hasta que no lo vives durante varios años, nunca lo vas a aplicar: es una carrera muy larga y cualquier cosa puede pasar, no te desesperes; y así lo hice, seguí mi paso. Bell también se esfumo de mi vista y por 30 km. pedalee solo hasta que Ritter me dio caza y luego Ciganna y James, con quienes alcanzamos a Bell y Casadei.

Me baje de 8avo pero junto a mi venían otros 4, así que salí de la T2 de 11 y a los pocos metros me alcanzó Ascenso. Me sentía bien, pero esta vez seguí las instrucciones de Brett: Mantuve mí paso y esperé para apretar en la segunda parte.
La estrategia dio fruto pase de 12 a 8avo, mi segundo imposible se había vuelto posible, correr inteligentemente y dar alcance a mejores atletas, hasta ahora, como Ascenso y Reed.

Es el mejor trote que he tenido hasta el momento tanto por el tiempo: 1:16:17-aunque estaba 500 m. más corto pero tocaba pasar un puente 4 veces- como por la actitud, pues nunca me di por vencido y por mucho de que estuve por fuera de la premiación supe luchar mentalmente para continuar en carrera.

Al final un excelente entrenamiento con miras al Ironman de Cozumel, el mejor tiempo de un colombiano en esta distancia: 3:50:19 (bueno, 500 m. más corto en el trote, pero 1 km. más largo en la bici) y la confirmación de que para triunfar no hay secretos, solo se necesita: dedicación, pasión y mucho, mucho trabajo.

El único punto negativo del evento fue protagonizado por Lisa Hutthaler y su novio Andreas Fuchs, quien competía en la categoría profesional pero espero Hutthlaer en la bicicleta para poderle paso (al final no hizo el trote), que aunque está mal es legal, pero aparte de eso ella rodo a menos de los 10 m. reglamentarios como lo señalaron varias atletas elites entre ellas Swallow y Shapiro que hicieron los descargos correspondientes ante los jueces, aunque ellos hicieron caso omiso y Hutthaler hizo regreso triunfal al triatlón después de 18 meses de sanción por dopaje con EPO, sentencia que fue rebajada, originalmente eran 2 años. Pero no todo está perdido porque medios independientes denunciaron el caso, Slowtwitch, y el apoyo de la gente fue abrumador para que esta clase de atletas no manchen el deporte.

Muchas gracias a Miguel por salvar mi día, a la familia Valdés por acogerme en Cozumel, por hacerme parte de su familia y apoyarme en este proceso, a Brett por compartir su sabiduría diariamente, a mis compañeros de entrenamiento del Team TBB, especialmente a James Cunnama de quien he aprendido que se necesita para ser un campeón, a mi familia, a mi equipo del alma 226, a todos los amigos y conocidos que me animan con sus mensajes en cada carrera, a Jineth (Estamos a solo un mes, un mes de comenzar un sueño juntos) y sobre todo a Dios por darme la fortaleza cada día.