lunes, 22 de julio de 2013

UN CAMPAMENTO ESPERADO QUE NO SALIÓ COMO ESPERABA

Después del Ironman de Texas, el pasado mes de Mayo, lo único que quería era alejarme del calor ó al menos encontrar un lugar un poco menos cálido y húmedo, afortunadamente ya se aproximaba el campamento de verano del Team TBB en Estados Unidos y volvería entrenar con el equipo, que había partido de Cozumel a finales de abril.
Aquí un primer paréntesis para que quienes no saben mi historia completa, no se pierdan en esta historia: Antes de incorporarme al Team TBB entrenaba en Colombia la mayoría del tiempo a mi ritmo y en solitario, exceptuando la natación y una que otra sesión de ciclismo los fines de semana, donde compartía tiempo y entrenamiento con mi equipo 226. Y debo decir que durante toda mi carrera deportiva no he tenido problema con esto y, afortunadamente, no dependo de un Ipod o de la compañía de un amigo para hacer el entrenamiento, definitivamente esto no me aburre sino que, todo lo contrario, lo disfruto.

Sin embargo esta situación cambió, radicalmente, en junio del año pasado cuando estuve en Suiza, y me acostumbré a entrenar todo el verano con el grupo, con quienes luego nos trasladamos a Cozumel y sólo durante unas pocas semanas entrene por mi cuenta hasta finales de abril de este año. Y, finalmente, como el hábito hace al monje, una vez todo el equipo retornó a sus lugares de origen ó a otros lugares para competir, a mí se me hizo difícil volver a saltar a la piscina y seguir la línea negra, montarme a la bici y batallar contra el viento sin el abrigo de otra rueda, ó correr por los mismos sitios sin escuchar los pasos de mis compañeros.

Me encontraba expectante de encontrarme con algunos compañeros en Tennessee, no todos pues la mayoría irían al campamento en Suiza, recorrer nuevas rutas y descubrir nuevos caminos. Al final de cuentas sólo encontré lo segundo, pues muchos cancelaron ó cambiaron los planes y llegaron a Tennessee dos semanas después de haber llegado al lugar del campamento, por lo que debí mantener mi entrenamiento en solitario, siguiendo las órdenes de mi entrenador, Brett Sutton, quien había concluido que lo mejor para mí era entrenar a mi propio paso.

Pero, ¿por qué a mi propio paso? Porque desde enero no he dejado de competir en cada sesión, creyendo como muchos que MÁS ES MEJOR, sin embargo el Ironman es cuestión de balance y yo lo había perdido hace mucho. De tanto batallar en cada sesión y al no darle la importancia a las sesiones suaves, mi cuerpo estaba tan cansado que no sacaba ningún provecho del entrenamiento y eso se vio reflejado en las carreras que siguieron después del Ironman de Los Cabos.
Bueno, pero para no seguir alejándome del tema del campamento. Brett decidió que en cualquier parte del mundo donde estuviera, entrenaría a mi propio paso y tendría como objetivo mejorar mi carrera a pie. Para eso me programó una semana con más de 40 horas de entrenamiento, que incluía una sesión de 4 horas de atletismo todas las semanas, entre otros retos, y esta semana se repetiría una y otra vez hasta el siguiente campamento en Cozumel en Septiembre.

Comencé con ánimo, creo que demasiado y, ahora que no tenía con quien medirme, comencé a hacerlo conmigo mismo y por ir demasiado fuerte en las subidas, por no darle tiempo a mi cuerpo de adaptarse al nuevo terreno y al nuevo plan, tan sólo dos semana de haber comenzado con este entrenamiento recaí en una lesión del isquiotibial. El Ironman es un deporte de resistencia y paciencia, no solo en la competencia, sino también en el entrenamiento y esta lección la estaba aprendiendo de la manera más fuerte y clara.

La solución para la lesión: una semana de descanso de carrera a pie, bastante ciclismo a baja intensidad y natación intensa. Esa semana se tornó en un intercambio de innumerables correos con Brett, sobre el entrenamiento y mi vida, y la conclusión fue clara: si seguía entrenando de la forma como venía haciéndolo no alcanzaría las metas que tengo en mente, mi único chance para sobresalir en el Ironman es correr en menos de dos horas cincuenta después de montar con el grupo de punta, porque el Ironman ha evolucionado tanto en los dos últimos años que quien no corra, tal y como sucede con el triatlón de distancia olímpica, ni siquiera tendrá chance de estar en el top 10. Con esto dicho vino la dura realidad: dejar de lado la natación y el ciclismo por un tiempo indeterminado y enfocarme en correr una maratón por debajo de un tiempo (esa es la historia del siguiente blog, así que no me adelantaré) y para lograr esto no necesitaba estar en USA, ni sacrificar tiempo alejado de mi esposa y, tampoco, competir los Ironman que tenía planeados.
A la semana siguiente, el 23 de junio, Brett me envió el nuevo plan y me dijo que debía estar en Cozumel a más tardar el 1 de julio. Así que aquí estoy, en mi cuarta semana del nuevo plan, entrenando solo, disfrutando de la familia y de esta maravillosa isla, colaborando y viendo crecer el proyecto social del Team TBB, y dejando atrás un campamento del que esperaba otros resultados, pero que al final me colocó en la única dirección que me llevará a los resultados que busco.


Y finalmente he aprendido que todo sucede por una razón, en esta oportunidad el regresar a la isla y trabajar con los niños del proyecto social del teamTBB y del Gobierno de Quintana Roo me ha servido para llenarme de motivos para seguir luchando por mis sueños, la verdad es que ver a los niños diariamente entrenando en las instalaciones del municipio de Cozumel y ver como cada día más y más niños se interesan por cuidar sus cuerpos y sus mentes y además por mejorar en este deporte me ha dejado ver que CUANDO SE QUIERE SE PUEDE, así que sea esta la oportunidad para agradecer de corazón al Gobernador Roberto Borge por su apoyo incondicional para nosotros los atletas profesionales, pero principalmente por la oportunidad que le está brindando a los niños de esta isla de aprender y crecer en un deporte tan duro como el triatlón, que de seguro sin esta iniciativa no tendrían manera de hacerlo.

Por ahora me despido pero sinceramente les agradezco mucho por el tiempo que se toman leyendo mis blogs, sé que a muchos les han gustado mis historias y las esperan cada vez que hay una competencia, esta vez no hubo competencia pero si muchas reflexiones y como por ahora no habrá Ironman y aprovechando que este nuevo plan de entrenamiento me deja algo más de tiempo escríbanme si quieren saber de algo en especial o si quieren que escriba sobre algún tema específico que con mucho gusto lo haré.

Así mismo mil gracias a quienes nos siguen apoyando como equipo: 3T, Cervélo, ON, Ignite Natural, Cobb, Rotor y no sobra nuevamente expresar mi agradecimiento al Gobierno del Estado de Quintana Roo, además gracias a Dolphin Discovery, Aquasphere y a la Fundación Tres Hermanos quienes se han unido a esta causa de brindar herramientas de vida a los niños de esta isla y a cada una de las personas que ha hecho parte de este camino que me tiene hoy en este lugar.
Un abrazo,

Andrés Castillo
www.andres-castillo.com