sábado, 30 de julio de 2011

QUE FRIO!!! IRONMAN EUROPEAN CHAMPIONSHIP

Se me dijo y se me advirtió: “Escoja Texas en vez de Frankfurt, son los mismo puntos pero el nivel europeo es bestial” y lo comprobé pero más duro que eso fue el clima, pues no estaba preparado para que el invierno apareciera en pleno Julio. Pero aposté por el todo, por Kona, y este año no fue.
Mi primer Ironman en Europa no pudo ser más rico en aprendizaje, pues no importa lo mucho que se entrene, que se dedique todo un año en preparar una carrera especifica, si no se pone cuidado a los detalles. En este caso por desconocimiento o por falta de previsión, no calcule las calorías para un clima frio y no utilice la ropa adecuado para esté, lo que al final paso factura.
La carrera comenzó con una natación muy rápida, y para no caer en el conformismo de otras, fui por la punta desde el inicio, quería probar que podía nadar con los mejores de Europa y saber cuánto provecho podía sacarle a mi nuevo traje Phantom de Aqua Sphere.
Iba por el medio y tenía varios a mis pies y a mi lado derecho, a unos 30 metros, bastante abierto, pues volteábamos a mano izquierda iba Faris Al Sultan. Creía que iba de líder, pero voltee a mirar a mi lado derecho y un grupo de unos 10 estaba unos 20 metros adelante mío. Así que rectifique el curso y llegue a los pies de los últimos de este lote. Comencé a pasar gente hasta que de atrás alguien con gorro azul pasó rapidísimo. Empecé a recordar quien tenía gorro azul, pues todos íbamos con amarillo menos Faris, con Rojo y Cameron Brown con verde. Y no lo podía recordar hasta que caí en cuenta que era un atleta de los grupos por edad, de esos 300 que habían salido detrás de nosotros en la primera ola, eran los mas rápidos de sus grupos y como ocurre en Europa, mucho de ellos, eran mejores que algunos pro, pero todavía no querían tomar la responsabilidad de ser uno.
Cogí su paso y llegamos a la punta, luche un par de brazadas y me ubique tercero, salimos del agua para la primera bolla, y sabía que mucha gente en Colombia se pondría feliz, que la trasnochada estaba siendo bien correspondida. Seguí en ese puesto hasta faltando unos 100 metros para terminar la natación, hasta cuando trate de abrirme para ubicarme mejor en la salida, no quería pasar al frente, por respeto a quien nos había jalado durante toda la natación, no me parecía correcto quitarle ese primer puesto cuando él había hecho todo el esfuerzo.
Salí al mismo tiempo que el segundo, corrí como en un olímpico hasta mi bicicleta y ahí cometí el error más grande de la carrera, como vi que el día estaba claro y pensé que podía soportar el frio como en Oceanside, California el año anterior, decidí sacar los geles y el ASEA que llevaba en mi chaqueta impermeable e irme sin nada en el ciclismo.
Al principio de la bicicleta creí que había tomado una buena decisión, hasta que las primeras gotas me dijeron lo contrario. En ese momento iba con otros 5, hasta que Faris paso y seguido de él lo hizo Sylvan Sudrie, campeón de larga distancia de la ITU. No lo pensé dos veces y fui por ellos, el paso era bastante fuerte, pero sentía que lo podía tolerar. Entramos a Frankfurt y ya habíamos hecho un hueco. Yo no lo podía creer; iba montado en mi película de que podía competir de tú a tú con los mejores, y lo hice así hasta el kilometro 27 cuando ambos comenzaron a dejarme. Eso no impidió que siguiera con un buen ritmo, llegaron las primeras subidas y sentía que eran planas, iba como se dice en la zona. Detrás mío iba el Alemán Horts, trato de pasarme, deje que lo hiciera, pero sentí que su paso era muy lento, así que pase de nuevo y seguí.
Todavía alcanzaba a ver a lo lejos el carro líder con el reloj del tiempo oficial, eso era mágico, lo había visto en muchos videos y ahora era un contendiente para estar en lo alto de la clasificación. También experimenté por primera vez, la chismosa, como le dicen a la moto que va y viene entre los lideres tomando las diferencia y colocándolas en un tablero. Me emocionaba leer mi nombre, leer el Castillo y que los segundos no aumentaban tan rápido frente al campeón mundial de Ironman del 2005.
Toda esta dicha dejo de aumentar, sin decir que haya desaparecido, cuando rodeando el kilometro 70, me dio caza un grupo de cerca de 7, donde iban todos los alemanes como Thomas Hellriegel, el primer campeón mundial de Ironman Alemán, Jan Raphael, Luke McKenzie y otros. Vi que iban muy cerca y se puso incomodo, en la medida que si uno quería dejar la distancia que era, quienes venían detrás se metían en ese hueco, dejándome en la cola del grupo. Las cosas siguieron así hasta el que llegamos de nuevo a Frankfurt para arrancar para la segunda y última vuelta. En un túnel se abrió una ventaja con los de adelante y pase a varios para no quedarme. El ritmo se puso fuertísimo y nos separamos bastante uno de otro, hasta que en las subidas recuperaba la distancia.
Mirando el tiempo sabía que iba a ser súper rápido, seguía tomando mis calorías en forma líquida y aunque sentía frio, ya que no paraba de llover, no pensaba en eso. Pero ese frio y gasto exagerado de energía para calentarme me pasó factura, en una subida llamada: The Hell… creo que el nombre resume todo lo que me pasó en ese momento. Entre de ultimo en la última parte de la subida que era en paveé, y además de que ya venía apretado, las manos no coordinaron como subir el cambio, el frio estaba haciendo sus estragos, así que quede con una relación muy fuerte y me despegue del grupo. Intente no caer en pánico y seguir e mi ritmo, pues era confidente en mi nivel de ciclismo, pero la fuerza se había ido y el pulso cayo, ¡llego a 106!.
Recordé lo que me dijo mi entrenador Luis Vargas de Mark Allen Online, sobre eso. Que cuando el pulso no subía, debía consumir más calorías, así que pedí un par de geles, pero al parecer era muy tarde. Todo esto ocurrió en el kilometro 115.
Hasta el 140 no vi a nadie hasta que me paso un par de elites, a quienes no pude seguir el paso. Más adelante en el 150 paso otro al que si pude y luego el francés Patrick Vernay en compañía de su compatriota Simon Billeau, ambos campeones de Ironman. Pude estar con ellos unos 10 km. Hasta que en una subida las fuerzas se esfumaron de nuevo.
Quede solo y pase la subida donde están todos los aficionados al estilo Tour de Francia, pero esta vez no fue tan emocionante como en la primera vuelta. Ya en el ultimo kilometro de la bicicleta me paso el 10 veces campeón del Ironman de Nueva Zelanda, Cameron Brown. Se me hizo extraño verlo atrás, pero en lo que no caí en cuenta era que no íbamos tan atrás, que a pesar que muchos estaban adelante, la carrera estaba viva aún.
Salí a correr detrás de él, y vi que iba a buen paso, me frene un poco, para no cometer el error de otros Ironman, donde he arrancado muy fuerte y he echado a perder la carrera. Procure esta en un paso que pudiese mantener durante todo el maratón y tratar de guardar energías para la última de las cuatro vueltas.
Tuve que hacer una parada rápida al baño en el kilometro 5, no perdí el paso y seguí bien hasta la primera vuelta de 4, donde comencé a sentir el rigor del frio, pues cada vez que tomaba algo y se me derramaba, el pecho se me encogía. También sentía hambre, creo que llevaba el tanque limpio, pues el pulso seguía por debajo de 140, cuando el plan era tenerlo entre 145 y 155 y al final más.
Y pasó lo que no quería, perdí la batalla mental y camine la primera vez en un puesto de hidratación, me comí una torta y seguí, pero pare de nuevo a los pocos metros, eso fue en el 21. Pero no quería caminar pues tenía que terminar como fuera y dos vueltas caminando con lluvia iban a ser eternas. Estaba fuera de carrera…
Hasta que vi a una conocida y pensé que no me podía verme en este estado, así que corrí de nuevo y no pare si no hasta el 37 a comer de nuevo torta. Termine corriendo y con la satisfacción de haber podido aguantar.
Ahora que me he recuperado rápido me doy cuenta que muscularmente tenía mucho más para dar pero que sin gasolina es poco lo que se puede hacer y peor aun sí no lo doy todo cuando no me encuentro en la punta, pues es fácil darla toda cuando se va de líder pero otra cosa pasa cuando se está atrás y quienes le sacan provecho a esto, obtienen su merecido, como Cameron Brown que bajándose cerca del puesto 20, contando las categorías, saco un meritorio séptimo puesto.
Muchas gracias a todos los que trasnocharon conmigo, por ustedes no me retire y puedo contar que termine mi cuarto Ironman con 9 horas 5 minutos y 6 segundos y un top 20 en el campeonato europeo de Ironman. Gracias enormes a Guillermo Montoya, sin su apoyo no tendría nada que contar. Y mil gracias a mis nuevos patrocinadores como Mack Cycle, Quintana Roo y Aqua Sphere. Y a los de siempre: mi entrenador Luis Vargas, que acertó en todo, a Michael de ASEA, a Enrique y Martha Plata de Terra Pack, a mi equipo 226 y sobre todo a mi novia Jineth.
Nunca sentí tal frio y creo que muchos tampoco, pues si Faris Al Sultan, quien gano, y corre hasta en el polo con Speedo se quejo, que más se puede decir. Pero esto no es una excusa, pues lo que es igual para todos no es ventaja para ninguno. Solo que algunos saben cómo sacarle el mejor provecho…Hasta la próxima.