miércoles, 27 de junio de 2012

LEYSIN 3 SEMANAS Y MEDIA DE APRENDIZAJE Y CONTANDO

Han pasado cerca de tres semanas y  media desde que llegue al campamento con el Team TBB, ha sido un aprendizaje grandísimo, tanto físico como mental. Siento que cada día crezco un poco más, sin decir que haya sido fácil, al contrario hay días en que el cansancio es tan extremo que apenas tengo fuerzas para cocinarme algo.

No quiero entrar en detalles de las sesiones, de ellas solo puedo decir que nunca antes me habría imaginado que sería capaz de completarlas, mucho menos una tras de otra.

El entrenamiento tiene algunas coincidencias con lo que venimos haciendo en 226, y muy pocas con las de Mark Allen Online, sin decir que uno sea mejor que el otro, pero si tratando de corregir algunos hábitos no tan acertados que aprendí en esta última.

Increíblemente mi técnica de natación, contrario a lo que todo el mundo me ha dicho durante toda mi vida, es perfecta para el Ironman, poca patada, lo que disminuye el gasto del tren inferior, una brazada fuerte y una  buena alineación del tronco, lo que me permite no ir súper rápido, pero si aguantar cualquier distancia a un paso superior al promedio.

En cuanto al  ciclismo, tengo que dejar de pedalear como ciclista, con cadencia alta, que es mi sello personal, ahora debo disminuir la cadencia y guardarla para el atletismo, que es donde más espacio tengo por mejorar, ya que mi técnica es más la de un corredor de 400 m. que la de un triatleta de larga distancia, son pasos muy largos y poca cadencia, 80 aproximadamente, que sería la ideal del ciclismo pero para la carrera a pie debería ser de unos 90 pasos por minuto. Como dice Brett, en el Ironman el atletismo es una caminata rápida.

La buena noticia es que todo tiene arreglo y aunque me va a costar mucho trabajo, sé que lo voy a sacar adelante. Además como la natación, en el Ironman, es cada vez más decisiva, puedo decir que voy por buen camino, pues en los próximos años, quien no nade en el grupo de adelante esta por fuera de la pelea. Solo basta revisar los resultados de los últimos campeonatos en Hawaii y descubrir que solo están compitiendo y ganando los que nadan adelante.

De regreso al campamento estoy ubicado en Leysin, un pueblo pequeño en medio de los Alpes, cerca de la frontera francesa (ya estuve montando allí), que por donde se vaya tiene montaña. Lo único plano es la piscina de 25 metros, donde nadamos a diario, la pista atlética queda a 25 km., en el valle, a donde vamos y volvemos montando, sin importar que hayamos completado 15 o 30 km. en la pista, siempre nos esperaran 15 km. de subida con 900 m. de diferencia en altitud. Mas que un entrenamiento físico, es mental.

Y lo que muchos quieren saber: Brett Sutton, para mi uno de los mejores entrenadores del mundo  y todo un honor escucharlo y aprender de él todos los días. Si, el entrenamiento es duro, pero él tiene la capacidad de empujarlo y motivarlo más allá de los límites de cada individúo, transformándonos en competidores, no en simples participantes, en un luchadores, en ganadores, que no van a ver qué puede pasar sino que van por el escalón más alto del pódium. Y ésa ha sido la enseñanza más grande que toda esta experiencia me ha dejado.

Esta es la tercera vez que vivo fuera del país buscando alcanzar mis sueños, y tengo la certeza que esta vez tome la decisión correcta respecto al lugar que tenía que ir para seguir mi objetivo. Y, creo, que este consejo se lo puedo pasar al resto de deportistas Colombianos (no quiero pasar de presumido, pues el proceso de cambiar la mentalidad no ha sido facil, y aun falta mucho por recorrer), especialmente a los  triatletas, que se están conformando con la Copa  Colombia, que se convierten  en los campeones de los medios  de comunicación, del  facebook o el twitter, pero cuando realmente tienen que sacrificar algo y arriesgarse, se quedan en el camino fácil, el de criticar o el de conformarse con lo usual.

Por eso admiro a quienes han salido del país a ¨profesionalizarse¨, definitivamente, es la única manera; por esta razón, especialmente, admiro a Carlos Quinchara, en este momento entiendo que si él no hubiese tomado la decisión de irse a vivir a Australia, arriesgando e invirtiendo, recursos financieros y aspectos personales, y, por el contrario, hubiese seguido las voces que le decian que se quedara en Colombia compitiendo las carreras de Latinoamérica, seguramente no habría logrado clasificarse directamente a los juegos olímpicos de Londres. 

Es ese cambio de mentalidad es lo que nos convierte en ganadores, por eso Carlos está donde está, porque fue más allá y no se conformó con quedarse en Colombia,(sin decir que aqui no se pueda, pero el camino sera mas largo), con tener comida caliente después de llegar de una jornada de entrenamiento (yo se lo bueno que es eso), con pasar un buen tiempo en los entrenamientos con los  amigos y hasta con no tener que preocuparse por lo que tiene que comer al siguiente día, a él y a su familia les envío un mensaje con toda mi admiración y fuerza para este nuevo reto.  

Espero que no tomen a mal mis palabras, no soy nadie para juzgar, simplemente espero que las próximas generaciones, aquellos que hoy hacen parte del grupo de potenciales, los juveniles y los niños (y las familias de todos ellos) se arriesguen, inviertan en sí mismos, porque  los  australianos, los europeos o  los estadounidenses no han logrado consolidarse como potencias en el triatlón por conformarse, sino porque sin importar el clima, el terreno o las condiciones siempre cumplirán con el plan de entrenamiento y están dispuestos a dar más de los que se le pide, tanto mental como físicamente. Y para lograr eso, hay que aprender de los mejores, que aun no estan en Colombia, pero lo estaran, si mas compatriotas ven un poco mas alla.

Aún me quedan otras siete semanas de aprendizaje  y cambio de mentalidad, espero seguir  fortaleciéndome y tener la  cabeza bien puesta, con la ayuda de Dios, para que estos días en que los sentimientos de pesimismo y de autocompasión me embarguen, poder manejarlos y mandarlos al "·$%@&˝ y una vez vuelva a Colombia pueda compartirlo con mi equipo, mis amigos y con todos aquellos que siempre están interesados en escucharme, antes de partir a otro campamento y a una buena serie de carreras.

Brett no tiene una varita mágica para convertirnos en campeones mundiales, pero si es el facilitador para ello, porque nos hace pensar que todo es posible. Tampoco es cuestión de que cuando termine este campamento voy a ganar Las Vegas, porque ese proceso también toma tiempo, pero como ya he invertido toda mi vida en esto, asi que vale la pena esperar un poquito mas.

Además no puedo terminar este blog sin agradecer: Primero a Dios porque se ha encargado de ponerme en el lugar indicado, por darme fuerza cada día para levantarme y permitirme seguir dando lo mejor de mí, segundo mil y mil gracias a Jorge y Sujey, que han sido una bendición en mi vida, han confiado en mi trabajo y además con cada una de sus palabras me llenan de fortaleza, por supuesto gracias a mi equipo 226, que siguen siendo mi equipo, me acompañan en la distancia y me envían buena energía diariamente, a cada uno de los miembros de mi equipo les mando un mensaje especial para que sigan así de juiciosos y dedicados, son un gran orgullo para mí (tanto los que entrenan en Colombia como la legión extranjera). Y por último mil gracias a quienes esperan cada carrera o nuevo acontecimiento en mi proceso deportivo, para leer mi blog y me acompañan a través de las redes sociales.

Hasta un próximo blog….


Un abrazo desde Leysin, Suiza

Andrés.