Ya se me perdió la cuenta de las semanas que llevo en el plan de atletismo. Creo que es algo positivo, y lo podría traducir como un gran paso, pues comienzo a disfrutar correr y supere una seguidilla de malos días.
Estuve a punto de tirar la toalla, pero no quiero ahondar en ello, fue una combinación de tedio con enfermedad, que con la ayuda de mi esposa y entrenador logre superar.
Hace varios días quería escribir algo, pero no encontraba ningún motivo, cuando lo tuve: El acompañar a mis atletas en el triatlón olímpico de Mr. Sancho´s, el tiempo fue escaso y los días pasaron muy rápido. Pero eso no quiere decir que deje de resaltar lo orgulloso que me sentí al ver el progreso de los atletas por categorías y los junior del programa del Team TBB con quienes compartí todas las tardes de verano en la piscina y la pista.
A finales de agosto, por fin llego mi entrenador, Brett Sutton. Estaba ansioso de volver a entrenar con él, pero ahora que estaba de vuelta en Cozumel, no sabía que decirle, no decidía si seguir en el plan de atletismo, volver del todo al Ironman o dedicarme a mí otra pasión: Ser entrenador. Tenía un nudo de ideas, pero tampoco esperaba que Brett decidiera por mí. En el fondo sabía que era lo correcto y tras varias charlas con él, ratifique la idea y vi en sus ojos y en los de Jineth que mi decisión era la mejor: el camino más largo, convertir este cuerpo en un maratonista.
Brett me tenía otra sorpresa, iba a competir o mejor participar en el 70.3 de Cozumel, la orden me dejo frio. La idea de volver a competir triatlón estaba más que aplazada, además faltaba menos de 1 mes para el medio, mi ciclismo casi que no existía y la natación era la más lenta de los últimos 10 años. Pero no había otra opción, estoy en casa y debo mucho a los patrocinadores locales que han sacado este proyecto del Team TBB adelante, así que acepte sin vacilar.
Para el 70.3 llegare con menos de 4 semanas de entrenamiento en natación y ciclismo, en este periodo baje un poco la carga del atletismo, pero sin dejar de hacer por lo menos 110 kilómetros a la semana y el tradicional maratón dominical.
Los primeros trabajos de velocidad en la piscina fueron fatales, me sentía descoordinado y fuera de forma, pero con el paso de los días comencé a sentir el agua de nuevo. Lo mismo ha ocurrido en la bicicleta, lo que ha servido para darme confianza que cuando vuelva de nuevo a full al triatlón, los brazos y las piernas estarán, escondidos pero presentes, tantos años en esto no se pierden tan fácil.
Volver a entrenar normalmente y acompañado de los demás atletas del Team TBB, me han dado un descanso mental y físico, y tener una carrera a la vista me hace sentir mariposas en el estomago, después de no haber competido por más de cuatro meses. Sé que estaré lejos del nivel con el que cada año encaro esta prueba y donde he logrado dos Top 5 y un octavo puesto, pero el solo hecho de participar me hace sonreír y soñar con un buen resultado, entiéndase como buen resultado, que lo de todo, no cometa errores y siga aprendiendo.
Esta vez lo importante no es ganar sino participar….Porque al siguiente día volveré a mi rutina de maratoniano en proceso.
Iniciando mi carrera deportiva como nadador, la curiosidad de mi papá me llevó a iniciarme en este deporte, triatlones cortos y de distancia olímpica, sin embargo nuevamente la curiosidad me llevó a probar suerte en, lo que es hoy mi vida, la larga distancia, permitiéndome obtener destacados resultados y una carrera como atleta profesional. Adicionalmente soy Entrenador, guiando a otros en el proceso de convertirse en mejores atletas.
martes, 17 de septiembre de 2013
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