a mi novia, a mi entrenador Oswaldo, a mi equipo 226. Y a mis patrocinadores: Aqua Sphere, Mack Cycle, Power Bar y Terra Pack. Felicitaciones a mi compañero de entrenamientos Jairo Salazar, que consiguió el sueño de muchos, ganar su grupo por edad y conseguir el cupo a Kona y a Las Vegas y a Diego Corredor por su excelente actuación. Hasta la próxima…Florida 70.3
Iniciando mi carrera deportiva como nadador, la curiosidad de mi papá me llevó a iniciarme en este deporte, triatlones cortos y de distancia olímpica, sin embargo nuevamente la curiosidad me llevó a probar suerte en, lo que es hoy mi vida, la larga distancia, permitiéndome obtener destacados resultados y una carrera como atleta profesional. Adicionalmente soy Entrenador, guiando a otros en el proceso de convertirse en mejores atletas.
sábado, 12 de mayo de 2012
St. Croix 70.3 Una carrera clasica y la de este año una de las mejores ediciones
Ya casi ha pasado una semana desde St. Croix y hasta ahora tengo un poco de tiempo libre para escribir mí acostumbrado reporte.
Durante todos estos días he pensado el titulo y aun no lo he decidido, puedo seguir por la corriente de todos como:¨ The Lance Factor¨ o un poco más personal: ¨corriendo con el ídolo¨ o solo enfocarme en el resultado: ¨Contra los mejores…¨ bueno aún no se que como llamarlo, démosle tiempo, mientras les cuento mi historia.
St. Croix es una carrera que aplacé por más de 5 años, en algunas ocasiones por dinero o porque no me cuadraba dentro del calendario. Pero este año tenía que ser y, al final, resultó ser una de ediciones más competitivas y que, seguramente, quedara plasmado en los libros de historia del triatlón, como uno de los clásicos a nivel mundial.
St. Croix no es el típico triatlón de la serie Ironman, que en mi parecer se ha convertido en algo como un MacDonalds de los triatlones, pues todas las carreras son iguales ó muy similares y al final siempre te venden lo mismo.
St. Croix por el contrario tiene historia, tiene calor, viento, gente muy amable y cálida, belleza en sus paisajes, al estilo de los primeros triatlones que se organizaron en los años 80s y 90s; definitivamente es un triatlón donde se va a fondo de inicio a fin, sin importar tanto la decoración como la superación, el esfuerzo y la magia del triatlon.
Eso fue lo que encontré en St. Croix: historia y reto y quise jugar mi mejor carta para quedar en la historia, esta vez no fue, pero sé que en el futuro será así, pues volveré por más, como suele suceder con las carreras de las que me enamoro.
Pero bueno entrando en carrera, 8 días antes de la prueba corrí una carrera de aguas abiertas en Ft. Myers aprovechando que había viajado con tiempo suficiente a Miami, para hacer el fitting de la bicicleta en Retul.
El objetivo de esta prueba de natación fue retomar la confianza en el agua y confirmar el progreso que sentía que había ganado entrenando de nuevo con Oswaldo Santos, mi entrenador de toda la vida. Pues ya llevaba varias carreras saliendo atrás y teniendo que luchar demasiado por cada puesto en la natación.
La prueba en Ft. Myer salió bien, quede segundo, alcance a ganar algunos dólares y estaba listo para el reto, así en St Croix al momento de la salida sólo se respiraba tensión, 10 minutos antes ningún pro se movía de su sitio. El director de la prueba no se cansaba de decir que nos relajáramos que aún faltaba mucho tiempo; pero cada uno estaba en su propio mundo y toda esa adrenalina contenida exploto en los primeros 100 mts, los cuales nadamos unos encima de otros, fue peor que una salida de un triatlón olímpico, pues exactamente 100 mts después de la salida, debíamos girar bruscamente a mano izquierda y todos queríamos tomar el mismo camino.
Esta vez me fui con todo adelante, patee y bracee sin importar que lo único que cogiera fueran brazos, cabezas y piernas.
Me ubique rápidamente en el primer lote, sin contar a Potts y Poulat.
Me sentí cómodo y finalmente salí cuarto del agua. Sabía que Lance estaba detrás mío y solo pensaba que alguien tomara una foto de ese instante… aún no ha aparecido, pero aparecerá.
La transición fue rápida, salí de quinto, junto a Terenzo Bozzone, Federick Van Lierde, Omar Velez y Armstrong.
A los 2 km iba primero en ese grupo y al poco tiempo me pasó Terenzo y Van Lierde y más tarde Armstrong, quien no tardo en ponerse al frente y a los 5 km, en un par de curvas cerradas, abrió ventaja y simplemente se fue. Terenzo y Ven Lierde hicieron esfuerzos por seguir el paso de Lance, por mi parte, y a pesar de lo duro que lo intente, no pude seguir su paso y a los 6 u 8 km ya solo los podía verlos a la distancia y veía como Lance les continuaba abriendo más y más espacio.
Estuve solo hasta el km 25, cuando me alcanzo el campeón defensor Maxim Kriat, Degasperi, Galindez y de nuevo Velez. Íbamos a toda velocidad, cogiendo las curvas sin siquiera dejar el acople, hasta que arribamos a la temida y famosa subida de La Bestia, una mítica montaña con algunas partes donde la inclinación es del 25%, pero de no más de 800 mts, con Diego y Jairo la habíamos subido el jueves previo y no parecía nada del otro mundo, pero con la natación y 32 km en las piernas si se sintió. Subí con ellos pero las piernas empezaban a pedir un descanso.
Durante los siguientes 30 km intercambiamos posiciones y comenzamos a ver que teníamos en la mira a alguien, cuando lo alcanzamos me di cuenta que todos somos humanos, que todos tenemos que sufrir si queremos ganar, era Terenzo Bozzone, campeón mundial 70.3 en 2008, quien estaba sufriendo en uno de los tantos repechos y un par de kilómetros adelante estaba Van Lierde, múltiple campeón Ironman y a quien hace unas cuantas semanas había visto por Ironman Live, disputando el Ironman de Melbourne hasta los últimos kilómetros con Craig Alexander.
Estaba con los grandes, esta carrera, en los años pasados, había perdido su brillo por la falta de estrellas, pero este año vinieron todos… Casi siempre me pasa, me encuentro con los mejores en las carreras a las que asisto, pero no me quejo, entre más fuerte el nivel, mayor es el aprendizaje.
Faltando unos 5 km íbamos todos juntos, pero en una curva Van Lierde casi se cae y tuve que bajar la velocidad, lo que me hizo perder unos cuantos segundos y bastante distancia con los otros 4. Después de darle duro en la siguiente subida alcance a Maxim y llegue a unos 40 seg del tercero.
La carrera estaba abierta, Lance en la punta, a 3 min Poulat y Potts también campeon mundial de Ironman 70.3, nosotros a 8 min y 1 minuto atrás mío Van Lierde.
Sabía que el trote era de paciencia pues las piernas de todos debían estar destruidas. Puse un paso fuerte pero no a muerte e iba sacando buenos parciales. Al pasar por los 10 km tenía a pocos menos de 1 min a Galindez y a pocos metros a Maxim, y le había aumentado la distancia al noveno, es decir, si contuaba corriendo asó podría coger unos cuantos dólares, pues se premia hasta el sexto. Creo que aquí cometí el único error de la carrera y fue no coger a Maxim de una vez por todas sino esperar, pues el recobro las fuerzas y a mi desde el kilometro 15 me comenzaron a faltar y al 17 ya iba limpio. Las piernas me pesaban los de adelante se me iban y Van Lierde, aunque no lo veía, sentía que cada vez estaba más cerca.
Creo que me faltaron geles en el trote, pues en un par de estaciones los pedí y no me los pasaron, por fortuna tenía un powerbar conmigo o sino la muerte hubiese sido mucho antes.
Cuando llegue al pueblo y faltaban 800 mts voltee a mirar y no vi a nadie, pregunte si venia alguien atrás y me dijeron que no, pero a los pocos metros volví a mirar y allí estaba Van Lierde.
Trate de aumentar el paso pero fue inútil, me alcanzo y me paso faltando 200 mts, mis piernas no daban mas, ya no podía decir que le había ganado a él. Disminuí la velocidad, salude a los espectadores, pase la meta y agradecí a Dios por todo el aprendizaje de ese día, por darme las fuerzas para entrenar cada día más fuerte y competir más duro y por estar en una isla como estas luchando cuerpo a cuerpo con los mejores del planeta, espero que el otro año la isla donde me pueda enfrentar a los mejores cambie de nombre y lugar y sea KONA.
Muchas gracias a todos por su energía, especialmente a los Valdes,
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